El miedo
“Aunque el miedo tenga más argumentos, elige siempre la esperanza”.
Séneca, filósofo estoico.
¿Qué es el miedo? Todos lo hemos sentido alguna vez. Es esa sensación que te recorre la espalda, que te hace temblar o sudar frío. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en lo que realmente es el miedo y por qué lo experimentamos?
Desde una perspectiva científica moderna, el miedo es una respuesta emocional ante una amenaza percibida, pero no es solo un legado evolutivo. Lisa Feldman Barrett, una de mis autoras favoritas en su libro “How Emotions Are Made: The Secret Life of the Brain”, nos enseña que el miedo no está preprogramado en ciertas partes del cerebro como la amígdala, sino que es una construcción del cerebro que resulta de nuestras experiencias y expectativas. Es decir, no reaccionamos al miedo solo porque estamos biológicamente programados para hacerlo, sino porque nuestro cerebro interpreta una situación como peligrosa basándose en experiencias pasadas y contexto actual.
¿Te has preguntado si todas las amenazas que sientes hoy día son realmente peligrosas o son interpretaciones de tu cerebro influidas por tu entorno y tu historia personal?
En contraste, desde el punto de vista filosófico, Kierkegaard, filósofo danés, en su obra “El concepto de la angustia”, distingue entre el miedo y la angustia, sugiriendo que mientras el miedo es una respuesta a algo definido, la angustia es una respuesta a lo indefinido, a lo desconocido. ¿Podría ser que parte de nuestros miedos sean más una expresión de angustia, un temor a lo incierto que caracteriza el momento en el que vivimos?
Pero, más allá de su función biológica o filosófica, el miedo afecta cómo vivimos y tomamos decisiones. ¿Cuántas veces el miedo te ha detenido? ¿Cuántas veces has dejado de hacer algo por el miedo a fallar, a lo que dirán los demás, o simplemente al cambio?
Es interesante notar que, a pesar de estas características aparentemente negativas, el miedo puede ser un gran motivador. El filósofo indio Osho, plantea enfrentar el miedo para encontrar la verdadera libertad y autenticidad. Propone que solo a través de conocer y aceptar nuestros miedos podemos realmente superarlos. ¿Es posible que enfrentar nuestros miedos, en lugar de huir de ellos, nos ofrezca una clave para un crecimiento personal más profundo?
La ciencia y la filosofía, coinciden en que el miedo tiene una función esencial en nuestra vida. La ciencia lo ve como un mecanismo de supervivencia adaptativo, mientras que la filosofía lo ve como una puerta hacia una comprensión más profunda de nuestra existencia. ¿Cómo podemos usar este conocimiento para vivir mejor? ¿Cómo podemos aprender a distinguir entre los miedos que nos protegen y aquellos que nos limitan?
Además, el reconocimiento y la aceptación del miedo pueden llevar a una vida más plena y consciente. ¿No sería valioso enseñar y aprender no solo a temer menos, sino también a entender y gestionar nuestros miedos de manera más efectiva?
Hace poco en mi programa de televisión favorito “Al Ángulo”, Cháverri comentaba que “Todos los miedos, están relacionados con la muerte. Si tú integras la muerte a tu vida, eso desaparece”. Me dejó pensando y en cómo los estoicos aplicaban exactamente eso para que el miedo desaparezca.
Al reflexionar sobre el miedo, nos enfrentamos a nosotros mismos y a nuestra percepción del mundo. Cada miedo que enfrentamos y comprendemos nos abre nuevas puertas, nos ayuda a desafiar nuestras limitaciones y a crecer, a seguir experimentando. Así que, la próxima vez que sientas miedo, pregúntate: ¿qué está realmente detrás de este miedo? ¿Es una señal de precaución o un llamado a la acción?
¿Estás listo para explorar tus miedos y descubrir lo que realmente pueden enseñarte sobre ti mismo y sobre la vida?
“No se modifica la vida sin modificarse a sí mismo”.
Simone de Beauvoir, filósofa y escritora francesa.
Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.
- Conversemos, o entérate de mi día a día en Instagram: @jonathanmartellr aquí.
¡Que tengas un buen día!
