Esperanza
“A veces deseaba ser un árbol, porque los árboles parecían tan llenos de tranquilidad, fuerza y dignidad”.
Hermann Hesse, poeta y novelista germano-suizo.
¿Te has parado a pensar en ese cosquilleo que sientes por dentro cuando algo te da esperanza? Ese sentimiento, ¿de dónde viene? ¿Y cómo sigue ahí, día tras día, incluso cuando las cosas se ponen difíciles? ¿Recuerdas la última vez que lo sentiste?
¿Qué nos hace levantarnos cada mañana pensando que hoy puede ser un buen día? ¿Será simplemente que esperamos algo mejor, o hay algo más, algo que nos hace ser así por naturaleza?
En esos ratos en los que parece que todo se complica, donde sentimos que los problemas nos ganan ¿cómo encontramos esa fuerza para creer que todo mejorará? Es curioso cómo, aún cuando las cosas se ven mal, algo dentro de nosotros no nos deja rendirnos. Pero, ¿es esto simplemente circunstancial, o es algo que todos llevamos dentro?
¿La esperanza es algo que nos enseñan, o ya nacemos con ella? Mira a los niños jugar, reír y levantarse rápidamente cuando se caen. ¿Perdemos eso al crecer, o simplemente lo escondemos detrás del miedo y la duda?
¿Qué impacto tienen nuestras acciones diarias en esa esperanza que sentimos? ¿Cada cosa que hacemos la alimenta o la apaga un poco más? ¿Y cómo afectamos la esperanza de los demás con lo que hacemos o decimos cada día? ¿Te has puesto a pensar en cómo tus acciones o palabras afectan a los demás?
¿Y si viéramos cada acción como algo que puede hacer la diferencia, algo que puede hacer que el futuro sea un poco mejor? ¿Cambiaría eso la forma en que vemos cada día, generando posibilidades en lugar de solo más de lo mismo?
Piensa en las veces que alguien te dio ánimos cuando más lo necesitabas. Ese gesto, ¿fue como una luz para ti? Ahora piensa, ¿cuándo fue la última vez que hiciste lo mismo por alguien más? ¿Somos conscientes del efecto que podemos tener en los demás con solo unas palabras o un gesto amable?
¿No será que la esperanza es lo que nos conecta a todos, lo que nos hace ser como somos? Con tantas historias de personas superando dificultades y logrando lo imposible, ¿cómo podríamos apreciar todo eso si no tuviéramos esperanza?
Tal vez no necesitamos entender de dónde viene la esperanza. Quizás lo importante es saber que está ahí, una especie de energía que nos empuja a seguir adelante, a soñar, a querer y a esforzarnos. ¿Lo más lindo? Que compartir esa esperanza con los demás puede multiplicar la energía que tienes tú y también los demás.
“La apariencia de las cosas variarán según las emociones, y así vemos magia y belleza en ellas, pero en realidad, la magia y belleza están en nosotros”.
Kahlil Gibran, escritor y poeta libanés-americano.
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¡Que tengas un buen día!
